Sin violencia, sin horror y sin ofensa... El amigo de lo ajeno, conocedor de las leyes, SUSTRAJO mis pertenencias... un saco sin mayor valor monetario, pero lleno de recuerdos y algunas cosas que requieren mucha energía para recuperar... El amigo de lo ajeno, cometió una falta, no un crimen... Se llevó mis cosas, las de mi jefe, y lo hizo en nuestro lugar de trabajo. Eso, es una falta, no un crimen.
Me pregunto qué pasaría si yo mañana cojo algo que no es mío. Así como calculo precios en mi trabajo, calcularé el valor de lo que me quiero SUSTRAER y, si no supera una cifra que para algunos no es gran cosa pero para otros son 2 meses de ahorros o más, pues sólo habré cometido una falta, no un crimen.
Seguro que el amigo de lo ajeno paga impuestos, no ensucia el ambiente, respeta a sus conciudadanos. Todo un modelo del civismo. Y sin duda, no es un criminal.
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