I Parte
Cuando un venezolano ve Friends, se imagina que vivir con los panas debe ser lo mejor de la vida.
Cuando un español ve Colegas (que es la traducción al españolete de Friends), no puede dejar de pensar que qué clase de locos son esta gente que vive así, sin poner límites al espacio y al tiempo para sus amigos. Vamos, que para espicificar un poco más, un catalán no entiende cómo puede ser posible que sucedan ciertas cosas en esta comedia:
1) Ahí está Mónica, que ni cierra la puerta de su apartamento (como si fuera eso posible en cualquier parte del mundo) para proveer a sus más íntimos amigos de un lugar donde conversar, comer, dormir, ir al baño, tener sexo, etc, etc, etc. ¿Cómo es posible que esta tía permita que en su casa se haga y deshaga de esta forma? Para un venezolano está clarito: porque a los panas no se les puede negar algunas cosas. Para un catalán, está un poco complicada la cosa: ¿Qué pasa con el pago de los servicios? ¿Joey repone lo que se come del refri de Mónica? ¿Por qué Pheobe o Ross no invitan más a sus casas? ¿Por qué Rachel usa ropa que no es suya? ¿Y este Chandler.. Qué hay con él?
2) Ahí está Joey, que está eternamente desempleado, mata uno que otro tigre y vive de la buena voluntad de Chandler y de Mónica; sobre todo de la de Chandler. Para un venezolano, se entiende que el pana se las está viendo negras y que para eso son los amigos, para ayudarse. Para un catalán, existe la amistad y seguro se entiende que hay que apoyar a los amigos, pero tío... Que estamos en crisis, todos andamos en el paro y ya suficiente tenemos con nuestra propia causa como para ayudar a otros.
3) Ahí está Ross, que es un catedrático, seguramente gana bien y estable, sin olvidar que vive solo. Los venezolanos sentimos pena por el pana porque es demasiado torpe con las mujeres y en especial con Rachel. Pobre gallo. Los catalanes, pues no terminan de entender por qué no se la pasan más en su casa, que puede pagar los servicios y algún pica pica para sus amigos con los buenos ingresos de la feina. Recordemos que Mónica estuvo desempleada unas buenas dos temporadas... No está fácil estar de paro tanto tiempo, para que este tío además venga a joder a tu casa.
4) Ahí está Chandler... ¿Qué hay con este tío? No nos podemos quejar de él mucho porque ya se dedica a mantener a Joey. Sin embargo, es necesario decir que es otro jodedorcito como Ross...
5) Ahí está Rachel, que ha sido una chica que comenzó de mesera y ha logrado tener un trabajo de ensueño. Para los venezolanos, la evolución profesional de Rachel tiene sendas buenas razones... ¿Qué, estabas esperando a que las enumerara?... Para los catalanes, esta chica ha currado mucho para estar donde está... Aunque es otra jodedorcita. Pobre Mónica.
6) Ahí está Pheobe, que al igual que Ross y Chandler, se la pasa en casa de Mónica y poco se le ve invitando a su casa para una noche de copas y tapas. A pesar de que Pheobe ha tenido sus altos y bajos laborales, los venezolanos sabemos que uno haciéndose el pendejo llega lejos. Para los catalanes... pues, ¿qué coño pasa con esta tía?
Evidentemente, las percepciones de la realidad que se muestra en Friends difieren mucho dependiendo de la cultura. Yo ni voy a tratar de ponerme a pensar cuál será la percepción de un gringo, pero seguro que es distinta. Sin embargo, tengo la teoría de que esta amistad y esta forma de vivir son posibles porque viven en un delicado COMUNISMO. Sí, COMUNISMO: No importa si unos curran más o menos que tú, todos van a tener los mismos beneficios. El apartamento de Mónica es una República Democrática Independiente Popular en la que los miembros de esa comunidad viven en un cochino COMUNISMO.
No piensen que me estoy saltando la talanquera, pero cuando me mudé a Barcelona, estuve convencida de que iba a vivir casi como en Friends. Debo confesar que es casi lo mismo, pero distinto a la vez... De los factores que hacen al comunismo en el que yo vivo único, pues les hablaré luego...
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